Se identifica como “accesorio automático” a aquel que,
siendo un elemento de emisión energético, no precisa de un operador para ser
aplicado. Como beneficio, aporta la capacidad de dar más libertad e
independencia al fisioterapeuta. Y, sin lugar a dudas, también es más
beneficioso para el paciente porque favorece la transferencia de mayor cantidad
de energía, que se traduce en muchos de los casos en una mayor rapidez en la
obtención de resultados.
Sin embargo, he detectado que existen varias marcas comerciales
que en sus procesos de comercialización generan una cierta confusión en el
momento en que identifican las características de sus accesorios, en muchas
ocasiones, para atribuirles características que realmente no tienen. Por ello,
debemos tener la capacidad para identificar de qué se trata y evaluar a
posteriori la idoneidad de ese dispositivo según nuestro criterio personal.
En algunas ocasiones, se confunde el electrodo de retorno
(que acostumbra a ser una placa metálica neutra que devuelve la energía a la
máquina), con el electrodo de emisión (que es realmente el elemento automático
que debemos de valorar en este tipo de máquinas). Mientras que el primero sólo
es un elemento básico, y que no tiene dificultad alguna en materia tecnológica,
el segundo sí que implica un estudio y un desarrollo tecnológico que permita
una correcta introducción de la energía en el cuerpo. Y que eso se haga sin
riesgo de quemaduras.
Por este motivo, no se puede confundir lo que es un
electrodo o placa metálica de retorno con un electrodo o placa emisora de
energía, que es la equivalente a los electrodos móviles capacitivos, pero en
formato de superficie estática. Así no es necesario desplazarlo por el área en
tratamiento del paciente de forma activa.
Creo importante tener en cuenta este
detalle, porque esto debería condicionar el precio del equipo y, en
consecuencia, nuestro interés por acceder a una tecnología más avanzada que no
sólo realice aplicación móvil.
Tengamos en cuenta que, cuando aplicamos los
electrodos capacitivos o resistivos activamente, estamos sumando al efecto de
la energía entregada el propio beneficio del masaje y del movimiento que
realizamos cuando aplicamos la máquina.
Es decir, que los beneficios de la
terapia manual y terapia tecnológica se suman en la aplicación. Sin embargo,
también debemos de tener presente que utilizar accesorios automáticos de gran
tamaño aproximan esta terapia al mundo real, porque nos permite hacer una mayor
inyección energética y una aplicación más operativa al poder prescindir de
nuestra presencia cuando se realiza un tratamiento.
Que duda cabe que la mejor
opción es no renunciar a ninguna de las dos, la opción manual y la opción
estática, y poder utilizarlas de forma consciente cuando más nos interesen.
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