martes, 7 de abril de 2015

CALIDADES ASIATICAS A PRECIOS EUROPEOS






La irrupción en el mercado de más actores comercializadores de equipos de Tecarterapia han traído nuevas máquinas al sector, por tanto, ahora la oferta disponible es amplia, ... y hasta puede ser confusa.

Un grupo importante de éstas son las máquinas asiáticas, sobre todo, las fabricadas en Corea del Sur y en China, aunque siendo honestos, hay una gran diferencia de lo fabricado en Corea del Sur con respecto a China y es que los Coreanos apuestan más por la calidad que los Chinos.

Cuando analizamos la calidad y las prestaciones que tienen, y sus precios, nos preguntamos: ¿es equivalente lo que cuestan a la calidad que prestan? 

Para tener la certeza de acertar, es necesario conocer en vivo, y palpar los diferentes aparatos. No basta con verlos en un catálogo: es necesario ver y sentir su comportamiento ante un tratamiento con un paciente real. 








Por ejemplo, veamos el caso de un equipo fabricado en Corea del Sur: Lavatron. 

Su precio está alrededor de los 20.000€. 

+ información sobre LAVATRON, pulsar aquí 

No deja de ser un equipo de sólo un canal, es decir, que permite la aplicación de un área corporal simultánea. 

Su carcasa es de plástico, lo cual la hace más débil en el proceso de apantallaje de las radiaciones electromagnéticas que generan este tipo de dispositivos. Sin embargo, puede tener una pintura interior que mejore estas radiaciones (aunque no puedo ni afirmarlo ni desmentirlo, porque no me he dedicado a abrir la máquina). 

La cuestión es que es un aparato que, a mi modo de ver, está sobrevalorado en el mercado español porque tiene un precio equivalente a un coche de gama media. 

El valor diferencial que presenta es su sensor de temperatura en sus accesorios móviles, pero se trata en este caso de una característica subsanable por la presencia del operador del equipo, por lo que su utilidad (y en consecuencia, su sobre coste, es relativa). 

Por esto me pregunto: ¿es conveniente pagar por algo plástico y con deficiencias en su calidad como si tuviera calidad europea? 

Sólo las personas que tengan realmente la experiencia de trabajar con varias máquinas podrán responder con solvencia a esta pregunta. 

Pero aún así, creo conveniente hacer una reflexión al respecto porque, en mi opinión, esa máquina debería posicionarse en un orden de precios menor, entre los 10.000 y 13.000€ máximo, pero rozar la franja de los 20.000€ me parece excesivo. 

Creo que debemos dimensionar adecuadamente los precios de los equipos en función de sus características técnicas y en función de lo que nos aporta. 

Está claro que después hay matices adicionales como el prestigio de la empresa que los fabrica, las publicaciones científicas que los respaldan, la formación o paquetes de servicios extra que aportan valor añadido al producto, pero debemos de partir de un criterio objetivo crítico para evaluar si estamos pagando un precio correcto o si nos están dando gato por liebre. 

Por este motivo, abogo siempre por probar físicamente el aparato con personas de confianza antes de proceder a la compra de cualquier dispositivo. Es cierto que eso me quitará un tiempo de evaluación y me supondrá una dedicación, pero ¿somos conscientes de cuántos dolores de cabeza me librará esta pequeña inversión? En este tipo de dispositivos, probar implica poner el equipo a examen, comprobar su funcionamiento in vivo con un cuerpo humano, validar la ergonomía de los electrodos, y estar seguros, en definitiva, que voy a tomar una decisión correcta en lo que respecta mi compra

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